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sábado, 8 de febrero de 2014

Depredador – Presa II (2010)


Siempre con cautela,
ya conoce el territorio,
desplegando de sus armas
un muy amplio repertorio.

Se desliza cuidadoso
por el pasto y la maleza,
calculando sus movimientos,
acercándose a su presa.

El depredador evita,
las trampas y los obstáculos,
para hacer de la cacería
un arte, un espectáculo.

Y ahora que se encuentra cerca
y que no ha sido notado,
sabe con total certeza
que la batalla ha ganado.

Cuando quiebre tus defensas
habrá mucho que te asombre,
pues verás en mis ojos
mucho más que un simple hombre.


El depredador se hace notar,
la presa no puede huir,
sus músculos no responden,
su miedo no puede omitir.

Se deleita la vista
dando vueltas alrededor,
“Mi cena está servida”;
es lo que piensa el depredador.

La presa, por su parte, espera
a que un error el depredador cometa,
pero tal esperanza
viene a ser obsoleta.

Ya no estás a la defensiva,
ya puedo pasar al ataque,
mi boca será ese alumno
que en tu espalda se destaque.

Débil ante mis palabras,
débil ante mi presencia,
yo aún más débil si el destino
me coloca en tu ausencia.


Peligroso para tu corazón,
pero como una droga, lo mantengo activo,
tú mi musa misteriosa,
yo un poeta pensativo.

Hoy la luz de la luna
nos llenará de color,
pues mientras el depredador come,
yo también: te hago el amor.

Y cuando él se retire
a digerir en la penumbra,
yo aún te tendré a mi lado
y estará más completa que nunca.


... Hoy lanzaré los dados, sólo para decidir por dónde empezaré a besarte...

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