Vistas de página en total

domingo, 23 de febrero de 2014

Madre (2010)

De rodillas ante ti afirmo,
y es algo por lo que me aflijo,
que el ser humano siempre ha sido
el peor de todos los hijos.

No somos dignos de tal grandeza,
no sé para qué vivimos,
pues sólo de algo tengo certeza:
nacemos, crecemos... y destruimos.

Y la madre llora, llora,
pues se siente traicionada,
y pocos van a socorrerla
sin actitud desalmada.

Corre a saciar nuestra sed,
con agua pura, bebible;
como gesto de gratitud
la volvemos inservible.

Puso belleza ante nuestros ojos,
pero ¡vamos! ¿quién la quiere?
Mejor hacerla pedazos
y quedarnos con sus pieles.

Y la madre llora, llora,
y su dolor no se sacia,
pues hay quienes todavía
ríen de su desgracia.

¡Y tan buena es
que nos sigue dando todo!
y nosotros escupiéndola,
dañándola de todos modos.

Y pocos pueden ver,
su sangre que se derrama,
cambiando bosques por hojas,
cambiando bosques por llamas.

Y por cada gota de sangre,
de agua también una gota,
y aún no abrimos los ojos,
¿y el tiempo?... ¡se nos agota!

Y la madre llora, llora,
le piden piedad, más no la ayudan,
pues quieren tener ropa
aún dejándola desnuda.

Y la madre llora, llora,
del amanecer al ocaso,
y las lágrimas inundan,
arrastran casas a su paso.

Nosotros la hicimos llorar,
por nosotros está herida,
sino ayudamos, seguirá llorando,
hundiendo, quitando vidas.

Sólo de algo tengo certeza:

nacemos, crecemos... y destruimos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario