Cuando
menos pienso lo que siento,
más
recuerdo lo que no entiendo.
Tengo
miedo de darme cuenta,
que
hay un abismo en el que caigo sin cuerda:
un
lugar donde mis gritos no se escuchan,
un
lugar donde es en vano mi lucha.
Destructivo
pensar
en
lo que acabó sin empezar.
Destructivo
es soñar
algo
que nunca será realidad:
un
lugar donde nunca estarás,
un
beso inexistente a la orilla del mar.
Hoy
comienzo un nuevo día
en
el que dejo mis desvelos,
en
el que escuchó los "si",
en
vez de escuchar los peros.
Voy
dejando la maldad
que
una vez me hizo caer,
y
del vuelo que emprendo
es
testigo el atardecer:
Hoy
definitivamente no habré de perder.
No
tengo miedo de la vida,
no
lo tengo aunque estos días,
la
oscuridad me persigue
como
un imán a su polo opuesto.
No
tengo miedo a la muerte,
no
lo tengo aunque sé que es fuerte
observar
su caminar errante
en
el sentimiento aquí expuesto.
Lo
que soy no te interesa,
ni
te importa mi persona,
hoy
te pido que te largues
pues
mis ganas se desploman.
Y
ahora que por fin te fuiste,
me
doy cuenta que eres un chiste,
y
con amargas carcajadas
ya
no espero tu llegada:
mi
visión está nublada
pero
al menos no te veo.
Yo
voy a pensar diferente
y
tú no has de detenerme,
sé
feliz en tu rutina
que
conmigo no combina.
Me
dejé cautivar en un comienzo
por
tu mirada profunda,
pero
de la misma profundidad
es
la idiotez que te inunda.
Hasta
nunca,
hay
mejores caminos,
Bienvenido,
querido
nuevo destino.
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