"Llegas a desordenar la poca cordura que queda en esta conciencia insensata que no se cansa de perder batallas. Juegas a convertirte en mi ideal, en justo lo que necesito. Como un tropiezo, florecen palabras. Te enredas en mí. Me conviertes en tuya.
Me enamoras, te enamoro. Y jugamos a conquistarnos.
Sonrisas promiscuas a mil por hora. Extrañarnos se vuelve parte del trato. Un rocío de emociones nos invade; te acaricio en letras, te abrazo en canciones, nos besamos con la mirada; ojos ansiosos que gritan por devorarse.
Tiemblo. No sé si eres verdadero o una ilusión creada por la absurda idea de revolcarme en una pasión sin cabida, en un amor desenfrenado y prohibido que desate mis peores demonios y los incinere en un volcán de frenesí" Zuly Recanatini - Por una semana.
Floto a escasos centímetros de mi cama. Vienen por mí y lo espero, envuelto en un torbellino morado que de a ratos se instala en mi frente y me absorbe la cordura. Tocan la puerta y no respondo, pues sé que la derrumbarán. Me toman entre garras mugrientas y saliva, me intentarán llevar desesperadamente. Son tus demonios, alterados por mis palabras... no podrán.
Vamos a ganar batallas en las que sólo en sueños participábamos. Vamos a destruir puentes, muros, vamos a partir todas las ventanas con una onda expansiva de versos y melodías. Eliminemos el suelo, dejemos que un volcán de frenesí se apodere de nuestro mundo, aprendamos a volar improvisando, apropiémonos del calor, de la luz... vamos a robarnos la respiración.
Léeme, y no hablo de mis escritos. Léeme los ojos, la piel, el aura, el alma, la sonrisa, las manos... léeme la vida.
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